Norte-Sur
“... impere por parte del “Norte” la cordura, el amor y el respeto íntegro por el semejante del “Sur”, hechura del mismo Dios y parte de Su Creación, y nos de la capacidad de acoger sin temor.
José David Amado - Siempre se ha hablado de las políticas Norte-Sur, del diálogo Norte-Sur, de las desigualdades Norte-Sur… Resuenan en nuestros oídos como repetidos panegíricos grandes discursos de políticos del “norte” haciendo alusiones sobre cómo cambiar esas desigualdades, acompañados siempre de promesas, que siempre o casi siempre han ido a parar al olvido. Todos tenemos en nuestras pupilas, grabadas a veces como “a fuego” imágenes rancias de ese poder esclavizador que el “norte” ha infligido a ese “sur” a veces primitivo. También sabemos que gran parte de la riqueza del norte mundial han provenido y aún provienen del sur global, sobre todo de ese “sur” que aún entreteje en su ADN costumbres ancestrales, danzas rituales o actitudes tribales. Pareciera que el “norte” acomodado solo mirase interesado a ese “sur” ancestral, en situaciones como las que generó la alerta sanitaria que provocó el Ébola, o más atrás en el tiempo el SIDA, y que en muchos casos, y me duele decirlo, solo con la intención de cómo prevenir que esas enfermedades se colaran en nuestro “norte” acomodado.
Debemos reconocer que aunque hayan habido avances en estas materias, estos han sido y son insuficientes para que se lograran esas metas prometidas, y aún en la actualidad siguen existiendo diferencias casi irreconciliables, que hacen muy difícil que tengamos una verdadera conciencia de la realidad que el “sur” está viviendo.
Hace escasas fechas, concretamente el 12 de este mes de junio de 2016, nos hemos sobrecogido por la matanza que provocó Omar Seddique Mateen en una discoteca de ambiente gay en Orlando, Florida. Cincuenta muertos, casi todos ellos de origen hispano provocó este fundamentalista del Estado Islámico, que conversó así con la policía:
Mateen: En el nombre de Dios, el clemente y el Misericordioso [en árabe]. Policía: ¿Qué? Mateen: Alabado sea Dios y a los fieles, así como la paz sea con el profeta [en árabe]. Me gustaría haceros saber que estoy en Orlando y cometí el tiroteo. Policía: ¿Cómo te llamas? Mateen: Mi nombre es yo juro lealtad a Abu Bakr Al Baghdadi, del Estado Islámico. Policía: De acuerdo, ¿cuál es tu nombre? Mateen: Juro lealtad a Al Baghdadi, que Dios le proteja [en árabe], en el nombre del Estado Islámico. Policía: Perfecto, ¿dónde estás? Mateen: En Orlando Policía: ¿Dónde, en Orlando?
Sobre estos hechos, que todos creo que condenamos, porque algún pastor hay por ahí vociferando a favor de este crimen, se ha escrito mucho. Los principales periódicos mundiales nos han contado segundo a segundo la secuencia de estos deleznables hechos, además cometidos en nombre de dios, por supuesto no de nuestro Dios. Cadenas de televisión nos han ofrecido mil imágenes. Si entramos en internet y escribimos en el buscador “Matanza de Orlando” nos salen 5.810.000 resultados de la búsqueda…
Hace algo más de tres meses, concretamente el pasado 3 de abril de 2016, en una localidad de Kenia (Garissa), otro grupo fundamentalista islamista, Al Shabab, procedentes de Somalia, entraban en una universidad, y apartando a todos aquellos de creencias musulmanas, asesinaban a tiros a ciento cincuenta estudiantes, todos ellos cristianos, de entre veinte y veinticinco años de edad. De esta noticia poco se ha sabido, y aunque también ha sido publicada por periódicos internacionales, no recuerdo haber visto imágenes en televisión, y nuevamente, si escribimos en el buscador: “Matanza de Kenia”, nos ofrece 250.000 resultados.
De estas dos noticias luctuosas, por supuesto, a las que aparejamos nuestros sentimientos de condena y condolencia a los familiares y amigos de las víctimas, debemos sin embargo realizar una obligada comparativa, que si las vemos por separado solo nos conmueven, pero que si las leemos o vemos en el mismo tiempo, suscitan interrogantes en nuestras mentes.
La noticia del “norte”: Miles de entradas de prensa escrita, centenares de medios audiovisuales, y 5.810.000 entradas en el buscador de Internet.
La noticia del “sur”: Mucha menos prensa escrita y muy poca difusión de audiovisuales, y solo 250.000 resultados en la búsqueda de Internet.
Estos son datos esclarecedores de la menor importancia (“menor venta”), de la noticia del sur, respecto de la del norte, pese a que las víctimas han sido el triple, y a que la de Kenia ha sido perpetrada solo sobre cristianos. De las del norte, desconocemos este dato.
Me avergüenza esta comparativa, que aún en 2016, en pleno siglo XXI, sigue agujereando el “Alma del Sur”
Pido a Dios que en este ¿mundo global?, que hemos inventado con las nuevas tecnologías, con los nuevos transportes…, impere por parte del “Norte” la cordura, el amor y el respeto íntegro por el semejante del “Sur”, hechura del mismo Dios y parte de Su Creación, y nos de la capacidad de acoger sin temor.