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Créeme


11 de marzo de 2019 11:39 a.m. https://www.anglicannews.org/blogs/2019/03/trust-me.aspx Hannah Bailey-Evans, ex miembro de la Comunidad de St. Anselm, ahora pasante de la parroquia en el Poplar Team Ministry en Londres, reflexiona sobre la naturaleza perdonadora de Dios. -------------------------------------------------- ------------------------------ "No confiaste en mí". Suavemente hablado, pero ardiente para los oídos que escuchan. Las palabras de un padre a su hija, en respuesta a la pregunta "¿cómo han terminado las cosas así?" Es algo que ha preguntado algunas veces últimamente. Esta es la primera vez que responde tan claramente. "Tomaste la decisión equivocada, porque no confiaste en mí". No es un juicio; simplemente una explicación. Tenemos suerte, realmente, porque Dios es muy paciente. La cantidad de orden que tiene que traer a nuestro desorden es increíble. Somos criaturas preciosas, pero desordenadas. Y no lo superamos. No importa cuan profundo y largo sea nuestro viaje de fe, no perdemos nuestra capacidad para equivocarnos y terminar con nuestra vida hecha un lío. Pero Dios, -gracias a Dios-, no es como nosotros. Dios no juega con nosotros. Dios no pretende molestar. Dios no nos envía por caminos largos y sinuosos solo por romper nuestros zapatos. Los zapatos que él nos proporciona se ajustan perfectamente a nuestra naturaleza, simplemente no siempre queremos usarlos. A veces es porque realmente queríamos esos tacones de aguja brillantes, y en lugar de eso, nos proporcionó algo que no era tan brillante y sofisticado. A veces es porque realmente queremos sandalias en las que podamos deslizar rápidamente nuestros pies y luego ir, y en cambio, nos proporciona unas pesadas botas que tardan aparentemente en atarse para siempre. Puedes empeñarte en calzar esos zapatos a la moda que sabes que no son adecuados para caminar por tu vida. O puede optar por entregarlos a cambio de algo que se adapte mejor a tus genuinas necesidades para caminar por la vida. La buena noticia en todo esto es que Dios es realmente fascinante. Él es fascinante. Es fascinante su capacidad de convertir el desastre en mensaje. Él es asombroso al crear maravilla gracias a la espera confiada. Es asombroso en amarnos de todos modos. Y ser un hijo suyo es maravilla; porque no importa cuánto desorden hayamos hecho, en cualquier momento y en cualquier lugar podemos alzar nuestras manos y nuestros corazones y decir: "Sé que no confié en ti, pero lo hago ahora". Tal vez no siempre sea tan fácil como eso. Tal vez cometas errores una y otra vez. Tal vez no siempre confíes como debieras. Tal vez no ames a otras personas como el Amor te pide que lo hagas. Tal vez no te respetes a ti mismo de la forma en que tu alma se merece. ¿Y sabes lo que va a hacer? Él te seguirá amando de todos modos.

• Hannah Bailey-Evans se puede encontrar en Twitter en @hannahbaev.

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